“Tejer y el placer de imaginar la pieza terminada mientras se va construyendo, engancha. La tendencia global es volver a la esencia y al slow life 

Detrás de Bichus está Ale, una argentina con vocación docente y emprendedora, y unas cuantas “MaryBichus” que hacen posible la “experiencia Bichus” a través de su tienda y las clases de tejido que imparten en Madrid, en la calle Benito de Castro, 12 – Metro Manuel Becerra.

Esta vocación le viene a Ale desde su infancia: “Me críe en un ambiente donde tejer (tricot, punto, crochet, ganchillo, y otras labores con lanas), coser o bordar formaba parte de la vida diaria y de tiempo compartido con la familia. Aprendí que una labor hecha con mimo, con buenos materiales, conecta con la emoción y con nuestro yo más íntimo”. Tan es así que se siente como pez en el agua rodeada de lanas. Sus alumnas son su gran fuente de inspiración y como la mayoría de aficionadas a las manualidades necesitaría varias vidas para poder hacer todo lo que quiere.

Fue una colaboración con la Fundación Diversión Solidaria lo que impulsó a Ale a emprender y poner en práctica todas las ideas que había ido apuntando en su libreta personal. Casi sin darse cuenta las clases de informática que estaba impartiendo sustituyeron a las de tejido, los cables y wifis, por talleres acogedores y cómodos, los USB por un entorno lleno de lanas, telas, colores. 

Así nació esta escuela de labores donde Ale aporta su experiencia a la hora de enseñarte a tejer lo que uno quiera – prendas, accesorios, amigurumis- con la técnica que prefiera -tricot, punto, ganchillo, crochet, tunecino- explicando todo de manera simple y sencilla. Poniendo fácil lo que parece complicado y explicando con paciencia y de diferentes formas hasta que salga perfecto. Este es su superpoder, y así lo han podido corroborar las más de 2000 alumnas que han podido disfrutar de sus clases.

Bichus se ha convertido en un lugar en el que dar rienda suelta a la creatividad, donde cualquier proyecto puede hacerse realidad, de referencia a la hora de encontrar las lanas e hilaturas más relevantes tanto a nivel nacional como internacional, así como cualquier gadget para facilitar la labor.

Las clases de tejido son un lugar de encuentro de gente creativa que, desde los 8 a los 90 años, disfrutan de un entorno de aprendizaje divertido: “las clases son muy diversas, cada quien hace algo diferente y eso enriquece a todos, aporta ideas y crea nuevas inquietudes; en Bichus nunca faltan las risas y la buena conversación para acompañar la labor”. Y atención los zurdos, porque esta maestra puede llegar a ser muy persistente para ofrecer a todos aquello que necesitan.  “Soy curiosa por naturaleza. Hace años aprendí a tejer con la mano izquierda para poder enseñar mejor a mis alumnas zurdas, también he trabajado con vidrio fundido, cada aprendizaje nuevo es un reto para mí”

El DIY es la guía de estilo de esta “tienda-taller” creando un escenario ideal para que la inspiración se apodere de todos los asiduos. “Tengo tesoros hechos mano que voy recopilando en mercadillos y viajes. Piezas únicas, mi última adquisición es una bufanda de tafetán hecha en telar con lana de alpaca”.

Si la rutina llama a la puerta, mejor no acomodarse, en Bichus, se viva en Madrid o no (siempre está la opción online) se puede cambiar por clases, lanas, entusiasmo, complicidad, charlas y risas.